viernes, 21 de mayo de 2010

VIVO

Fue cuando tenía 20 años que determinados sonidos se quedaron grabados en mi mente.

Corría su última gira antes de su separación en 1997 “Soda Stereo Buenos Aires Argentina” era el principio, el final ya es de todos muy conocido y se ha convertido en un cliché “No sólo no hubiéramos sido nada sin ustedes, sino con toda la gente que estuvo a nuestro alrededor desde el comienzo; algunos, siguen hasta hoy! ¡Gracias totales! No era entonces cuando habría de descubrir lo que para la música significaban y sobre todo, lo que representaba Gustavo Cerati.

A veces uno sigue determinados caminos marcados, tus amigos, tus conocidos, tu familia y aunque en ese momento no me hacía falta, no conocía toda la música de aquella banda de Buenos Aires, nadie me marco esa senda y no la seguí, solo me quedaba en aquella zona de confort llamada “sencillos”.

He de decir que en 1995 el “Sueño Stereo” se acercaba más a mi vida sin inquietarme tanto como para comprar el disco, además de que en ese entonces y debido a que seguía viviendo del dinero que mis padres me daban no gozaba de una colección extensa de discos ya que no los podía adquirir.

Aunque por encima de comprar discos siempre he preferido comer o viajar, hoy, es una de mis prácticas comerciales favoritas. No considero ni por poco que comprar un disco sea un gasto, es una inversión. Cuando ya el trabajo me permitió hacerme de las cosas que me gustaban entonces ya vino la etapa de cerrar huecos musicales, y uno de esos vacíos era Soda Stereo y el disco elegido fue el “Dynamo”, al que considero un verdadero viaje musical.

He de decir que mi acercamiento a la música particular del maestro vino algún tiempo después con el álbum “Bocanada”.

Me sentía atrapado musicalmente, de pronto todo los sonidos corrían entre mi sangre, un sinfín de sensaciones se desprendían de mi mente, muchos pensamientos se colgaban a cada acorde, en cada ritmo, con cada canto. Recuerdo que lo escuche por completo en un recorrido en auto que hice de la zona poniente a la sur y como ya era un trayecto conocido, puse el piloto automático. Mi mente estaba en otro lado.

Se había despertado en mí una inquietud muy fuerte y esa misma generó que me hiciera de varios discos suyos.

Su obra me ha acompañado sin tregua los últimos años, y me ha llenado sobremanera su equilibrio entre la ejecución y el fondo. Cuando lo vi en el escenario en 2007 confirme lo que ya había reconocido viendo sus videos en vivo. No hay nadie como Gustavo, un humano convertido en “super rock star”, completamente equipado con todo lo que debe traer uno, aunque ya en cantidades extraordinarias, una voz global mezclada de una guitarra mecánicamente perfecta en la extensión de sus brazos.

A mí me llenan determinadas cosas, pero en la búsqueda de impactos mi elección es muy clara, me gusta la arquitectura, la música y la poesía y lamento que de pronto las personas que se encargan de enaltecer dichas profesiones se vean atacadas por el juego de la vida. Ahora le toco a Gustavo y desde que me enteré de la noticia de su estado de salud he sentido un extraño golpe de aflicción, esa incertidumbre de la terapia intensiva.

Le pongo este post en espera de que se recupere, para que nos siga otorgando la oportunidad de escucharlo.

Para mi esta canción es el alivio de la vida, de encontrar el fin de amar como dice en sí misma.

Fuerza Gustavo!

Artista: Gustavo Cerati

Álbum: Siempre es hoy

Canción: Vivo

Por aquello que encontré en tus ojos

por aquello que perdí en la lucha

conocer la otra mitad es poco

comprender que solo estar es más puro

Me pondré el uniforme de piel humana

no esperaba tanto resplandor

El fin de amar

sentirse mas vivo

El fin del mar

es sentirse igual vivo

Y como el fuego reflejado en el agua

dibujaba partículas de dios

El fin de amar

sentirse más vivo

El fin del mar

es sentirse igual vivo

Conocer la otra mitad es poco

comprender que solo estar es más puro


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